Aunque adoptara el inglés como lengua para escribir sus historias, Joseph Conrad en realidad, nació en lo que hoy sería Ucrania y se educó en Polonia. Desde los 17 años vivió como marinero y corrió numerosas aventuras alrededor del mundo que, posteriormente, ya nacionalizado como británico, le inspirarían algunas de sus obras más conocidas: El negro del Narciso (1897), El corazón de las tinieblas (1899), Lord Jim (1900), Nostromo (1904) o El agente secreto (1909).
El corazón de las tinieblas es un relato corto levemente autobiográfico, que relata los pormenores vividos por el marinero Marlow através del río Congo en busca del misterioso Kurtz. Mediante los ojos de Marlow, personaje que aparecería en varias novelas del autor, Conrad denuncia el colonialismo, y reflexionaría sobre el contacto con el ser primitivo y salvaje, con ese corazón de la oscuridad: una selva parecida a un monstruo desencadenado que mira directamente al hombre.
Éramos vagabundos en tierra prehistórica, en una tierra que tenía el aspecto de un planeta desconocido.El contacto con esa naturaleza humana primigenia causa vértigo en Marlow, y en nosotros, los lectores, que asistimos medio alucinados a su descubrimiento: lo siniestro. Lo que una vez fué conocido y el tiempo ha hecho olvidar, vuelve a aparecer ante nuestros ojos, causando miedo y terror. Este autoconocimiento, esta mirada al espejo interior del alma humana, ese "horror" desviste de sentido y equilibrio a ese hombre moderno que se enfrenta a sí mismo, en la realidad terrible pero fascinada de su soledad.
El hombre prehistórico nos estaba maldiciendo, suplicando, dándonos la bienvenida ¿Cómo saberlo? Estábamos aislados de la comprensión de todo aquello que nos rodeaba, pasábamos deslizándonos como fantasmas, asombrados y secretamente aterrados, como lo estarían los hombres cuerdos ante un brote de entusiasmo en un manicomio. No podíamos comprender porque estábamos demasiado lejos, y no podíamos recordar porque estábamos viajando en la noche de los primeros tiempos, de aquellos tiempos que se han ido, dejando apenas una señal y ningún recuerdo.
La búsqueda, ciertamente simbólica, de ese ser llamado Kurtz, se convierte para Marlow en la búsqueda realizada por un hombre moderno, un hombre que cree poseer el sentido y el equilibrio, del primer hombre: el hombre sumido en la selva, en la complejidad de un magma lascivo y salvaje, el animal genético que se asoma apartando hábitos y superficies.
Mención, como no, a Francis Ford Coppola y a su magnífica reinterpretación de este texto en su película Apocalypse Now, adaptando las líneas interiores del relato a la guerra de Vietnam. La misma selva africana se reproduce en Asia, y el colonialismo británico sirve como molde para mirar el imperialismo americano.
3 comentarios:
Lo mejor de Conrad para mi gusto, relatito acojonantemente bueno y adaptación que no desmerece en absoluto.
Lectura obligatoria, sí señor.
Salud.
Uno de mis escritores favoritos. "El corazón de las tinieblas" es una novela sobrecogedora, pero no menos que la terrible "Victoria", la enigmática y fascinante "La línea de sombra", la sarcástica "Una avanzada del progreso" o la absolutamente maravillosa "El espejo del mar". Y mejor no sigo, jeje.
La película de Coppola siempre se me ha antojado insoportable. Lo siento.
¡Saludos!
Mi primera lectura de Conrad. Desde entonces, se ha convertido en uno de mis escritores favoritos
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