Jonathan Swift (1667-1745) escritor luminoso y eminentemente crítico, nació en Dublín pero pronto emigraría a Inglaterra. Escribió obras ya clásicas, destacando Cuento de una barrica (1704) o la inmortal Los viajes de Gulliver (1726).
Antes de comenzar a leer Los viajes de Gulliver, poco podía imaginar la embergadura de tal lectura. Tal vez sólo me había quedado con la parte imaginativa de la historia, esa que tantas veces se ha usado en los cuentos infantiles y que mostraba el encuentro entre Gulliver y los liliputienses. La amplitud de miras del autor iba bastante más allá que la de simple lectura fantástica de evasión. Swift escribió Los viajes de Gulliver bajo el seudónimo de Lemuel Gulliver, emulando los libros de viajes tan habituales en su época. Hay que tener en cuenta que el conocimiento geográfico del mundo aún no era completo, lo cual espoleaba la imaginación de los coetáneos de Swift ¿Qué parajes asombrosos quedarían aún por descubrir en el mundo?. Influida en muchos aspectos por Utopía (1516) de Tomás Moro, Los viajes de Gulliver se dividen en cuatro partes: Viaje a Liliput, Viaje a Brobdingnag, Viaje a Laputa, Balnibarbi, Glubbdubdrib, Luggnagg y Japón, y Viaje al país de los Houyhnhnms. Cada parte se corresponde con cada uno de los supuestos viajes que realizara Lemuel Gulliver a lo largo y ancho del mundo. No hace falta decir que, a excepción de Japón, el resto de los parajes visitados son imaginarios. De hecho esa realidad gulliveriana le sirve a Swift para dibujar un marco donde realizar una gigantesca crítica satírica respecto a la humanidad: La hipocresía política, la realidad científica de la época, la filosofía, la historia y la perspectiva misma del hombre.
Dentro de los Viajes, hay que hacer notar varios aspectos: En primer lugar el uso de los juegos lingüísticos de Swift. Los países imaginarios y el mismo nombre del protagonista Gulliver parecen tener un doble sentido no comprensible en una traducción. Un juego que deja en hipótesis los sentidos de los vocablos. Por ejemplo, Gulliver suena a crédulo (Gullible), Liliput parece la comprensión de Lill (Little, pequeño) y Put (Tonto) que vendría a significar algo así como "Pequeños tontos", o Laputa: Puede tener que ver con puto: pensar, o con "una damisela que deja los bolsillos vacíos" si lo entendemos en castellano. Hay así muchos ejemplos.
Otro aspecto que llama la atención es la inclusión por parte del autor de pasajes ciertamente escatológicos, pasajes que hoy en día resultan muy cómicos, pero que en su época resultaron sorprendentes.
Otro de los aspectos notorios del libro es la velada crítica a la política inglesa. Son numerosos los ejemplos dentro de la narración que llevan a pensar en referencias whigs (en contra del poder Real) y tories (que estaban a favor del poder Real). Referencias que hoy en día es dificil rescatar, a no ser que se lea una edición anotada.
Los dos primeros viajes, primero a Liliput y luego a Brobdingnag, nos presentan, tal vez, los pasajes más conocidos del libro: El barco en el que Gulliver viaja naufraga tras una tormenta y el autor despierta en un país en el que todos los habitantes son diminutos y, como consecuencia, Gulliver es un gigante. En el segundo de los viajes se invierten los papeles y Gulliver desembarca en un país donde sus habitantes son gigantes y él es el ser diminuto. Ambos viajes conforman una visión unitaria sobre el ser humano mediante el relativismo de dos puntos de vista distintos: el microscopio y el telescopio. La política de Liliput le resulta a Gulliver bochornosa, dado que está plagada de vileza, ambición e hipocresía (paralela a la política inglesa de Swift), y luego la política de Brobdingnag le parecerá casi utópica comparándola con la política propia de su país. Así, el que juzgaba antes a los Liliputienses se ve ahora juzgado.
Durante el tercero de los viajes, Gulliver visita varios países: Laputa, la ciudad flotante, está gobernada por científicos a los que tilda de locos más preocupados por la astronomía y la música que por los problemas del ámbito mundano. Se hace aquí una crítica voraz a los científicos de la época de Swift. En Balnibarbi, Gulliver visita la Academia de Lagado (se dá un parecido asombroso con la Royal Society de Londres) y critica los modernos experimentos científicos y los extraños avances científicos que allí se dan. En Glubbdubdrib (isla de los hechiceros o magos) Gulliver puede conocer, en una de las salas del gobernador, a todos los personajes de la historia que quisiese, haciendo con ello realiza anotaciones a la filofofía e historia de la época mediante la conversación con Homero o Aristóteles.
Pero es el cuarto de sus viajes el que produjo mayor controversia en la época de Swift. Gulliver llega a un país en el que Houyhnhnms (caballos) son la raza dominante y los Yahoos (humanos degenerados) son meros animales. Durante éste capítulo Swift realiza una incisiva crítica a la especie humana, decantándose por una especie de misantropía bastante evidente. Los Houyhnhnms se dejan dominar por la Razón, mientras que los Yahoos, especie de monos repulsivos y clara alusión a la degeneración humana, se dejan llevar por sus instintos más bajos. Los Houyhnhnms se convierten así en modelos de conducta a seguir por Gulliver.
Un libro cuya hondura es inmensa, y cuyos niveles de lectura también lo son: o como mera novela fantástica o como crítica voraz a la hipocresía y avaricia de la sociedad y política inglesa de la época, o como un estudio inteligente sobre la ética humana mostrando una sociedad utópica.
Si bien es cierto, esta lectura, hoy en día, requiere paciencia para soportar las largas parrafadas de Swift. El libro termina haciéndose largo y un poco aburrido en muchos de sus tramos, pero la verdad es que merece mucho la pena.
Un auténtico clásico imprescindible.
jueves, 4 de junio de 2009
Los viajes de Gulliver; de Jonathan Swift
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Sig.XVIII
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2 comentarios:
Yo me leí los viajes de Gulliver de pequeño, así que para mí era prácticamente una novela de aventuras sin más. Los diversos sistemas sociales que proponía me parecieron interesantes, pero las analogías con el mundo real no las descubrí hasta tiempo después. Mis favoritos eran los caballos :)
Si, la verdad es que la parte de los caballos se hace adorable.
:)
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