De alguna manera "Diario de un álbum" sirvió de claro precedente al autobiográfico "Mis circunstancias" de Trondheim, de hecho también se publicó en L'Association. Quizá Dupuy y Berberian no fueran tan analíticos, ni tan neuróticos como Trondheim, pero nos van relatando la excéntrica e incomprendida vida del creador de comics, y no dudan en dibujarse a sí mismos vestidos de extraterrestres, saliendo de una nave y diciendo "Somos dibujantes... hacemos tebeos...". Esa imagen sirve de buena metáfora para expresar cuales son las impresiones de los que les van rodeando. Así, van alternándose las miradas de ambos, primero uno y luego otro, y nos van descubriendo sus pequeñas y grandes miserias y, por extensión, los problemas que surgen a la hora de trabajar juntos y tener que ponerse de acuerdo a la hora de crear el comic. Las obsesiones de uno, las inseguridades del otro, las expectativas, los problemas familiares, conyugales, los hijos... los problemas con la editorial... Un todo que lleva a la creación de un álbum, un comic de Señor Jean.
Su lectura es interesante, aunque me atrevería a decir que "Mis circunstancias" supuso un paso aún mayor y, si cabe, más interesante y más profundo. Creo que éste diario se queda un poco a las puertas, es tal vez menos arriesgado, más amable y menos atrevido. Se echa de menos algo de mala leche, que seguro que la tuvieron.
1 comentario:
Pues poco que añadir a lo que comentas, amigo pesanervios. A mí tampoco me pareció una gran lectura, aunque sí entretenida. Un poco sosón...
¡Saludos!
Llosef
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