martes, 30 de junio de 2009

Skim; de Mariko y Jillian Tamaki (2008)

"Quería hacer una lolita en versión gótica" dijo Mariko Tamaki.

Afortunadamente de lo que se dice a lo que luego se hace hay un trecho; de hecho, si yo hubiera leído esa frase antes de leerme el comic posiblemente ni me hubiera interesado en él, pero en fín... Mariko Tamaki (guión) y su prima, Jillian (dibujo), han construído su primer comic, al parecer, vía e-mail (avances de la comunicación). Ha sido nominada a la Mejor publicación para jóvenes, Mejor álbum original, Mejor guionista, y Mejor dibujante de la edición de éste año de los premios Eisner.

La verdad es que, a priori, el tema general del cómic no me interesaba lo más mínimo. Llegué a tenerlo varias veces en la mano en alguna que otra comiquería, pero nunca me decidí por él. Así que, cuando el otro día, por casualidad lo ví en la biblioteca, me lo llevé. De alguna manera Skim habla de la vida de una adolescente de instituto, lo cual para mí es ya un tema que conscientemente rechazo, o más bien dejo de lado, pero Skim está escrito de manera que, en ese sentido, se deja leer. Presentada a modo de diario íntimo de la gordita Kimberly (cuya amiga del alma la llama Skim: desnatada, a modo de mote cachondo y un poco hiriente). La trama habla de cómo la protagonista nos va desvelando de un modo poético, pero desprovisto de pose e intención, los descubrimientos que va haciendo poco a poco en su agitada e iniciática adolescencia: El amor, la farsa, que la amistad es pasajera, que la muerte no es algo tan lejano. La relación de las dos amigas recuerda un poco a las dos frikis de Ghostworld de Daniel Clowes, pero afortunadamente las de Skim me cayeron mejor.

Skim resulta un relato sincero, escrito de manera emotiva y con una perspectiva mucho más interesante de lo que puede parecer en este tipo de historias. Llama también la belleza de sus dibujos, sencillos. A pesar de todo lo dicho y todos los premios que pueda recibir, para mí no deja de ser simplemente entretenido, con destellos en las reflexiones y en la poética, pero no es de esos comics que vaya a recordar con viveza de aquí a un año.

domingo, 14 de junio de 2009

Trágame entera; de Nate Powell

Nate Powell, además de ser americano, trabaja con adultos discapacitados y ha formado parte de varios grupos de punk. Pero lo que realmente le ha llevado hasta aquí, hasta este mismo espacio de ceros y unos, hasta ésta reseña, es su capacidad para dibujar historias. El año pasado fué su año. Con Trágame entera (Swallow me whole) ganó el Ignatz al mejor debut, y éste año ha quedado finalista en la Book Price de Los Ángeles Times y nominado en los Eisners. Pero en fín, qué más dan los premios...

Es difícil hablar de Trágame entera. Su título nos lleva a pensar en alguna peli porno o gore de serie B, pero en realidad se nos habla de la esquizofrenia dentro de una familia americana. De cómo la enfermedad se va tragando a dos hermanos y una abuela, los tres comparten la terrible carga de tener que vivir con una de las enfermedades psiquiátricas más difíciles. Una enfermedad que, tal y como su nombre indica, supone una escisión de la mente, y más concretamente en una alteración en la percepción de la realidad. Powell aprovecha para cuestionar la realidad al ponernos en el lugar de éstos enfermos. Junto a ellos podremos ver y oir cosas que los demás no pueden, y cómo los dos hermanos luchan por organizar todo el desorden de sus cabezas en un mundo incapaz de comprenderlos. La hermana escucha a los insectos muertos y el hermano es obligado por un muñequito a dibujar para él.

La vivencia es agridulce. No es agradable leer éste comic. Es duro, rugoso. Como si sus páginas hubiesen sido dibujadas sobre lija. Su final desconcierta, duele.

jueves, 4 de junio de 2009

Los viajes de Gulliver; de Jonathan Swift

Jonathan Swift (1667-1745) escritor luminoso y eminentemente crítico, nació en Dublín pero pronto emigraría a Inglaterra. Escribió obras ya clásicas, destacando Cuento de una barrica (1704) o la inmortal Los viajes de Gulliver (1726).

Antes de comenzar a leer Los viajes de Gulliver, poco podía imaginar la embergadura de tal lectura. Tal vez sólo me había quedado con la parte imaginativa de la historia, esa que tantas veces se ha usado en los cuentos infantiles y que mostraba el encuentro entre Gulliver y los liliputienses. La amplitud de miras del autor iba bastante más allá que la de simple lectura fantástica de evasión. Swift escribió Los viajes de Gulliver bajo el seudónimo de Lemuel Gulliver, emulando los libros de viajes tan habituales en su época. Hay que tener en cuenta que el conocimiento geográfico del mundo aún no era completo, lo cual espoleaba la imaginación de los coetáneos de Swift ¿Qué parajes asombrosos quedarían aún por descubrir en el mundo?. Influida en muchos aspectos por Utopía (1516) de Tomás Moro, Los viajes de Gulliver se dividen en cuatro partes: Viaje a Liliput, Viaje a Brobdingnag, Viaje a Laputa, Balnibarbi, Glubbdubdrib, Luggnagg y Japón, y Viaje al país de los Houyhnhnms. Cada parte se corresponde con cada uno de los supuestos viajes que realizara Lemuel Gulliver a lo largo y ancho del mundo. No hace falta decir que, a excepción de Japón, el resto de los parajes visitados son imaginarios. De hecho esa realidad gulliveriana le sirve a Swift para dibujar un marco donde realizar una gigantesca crítica satírica respecto a la humanidad: La hipocresía política, la realidad científica de la época, la filosofía, la historia y la perspectiva misma del hombre.

Dentro de los Viajes, hay que hacer notar varios aspectos: En primer lugar el uso de los juegos lingüísticos de Swift. Los países imaginarios y el mismo nombre del protagonista Gulliver parecen tener un doble sentido no comprensible en una traducción. Un juego que deja en hipótesis los sentidos de los vocablos. Por ejemplo, Gulliver suena a crédulo (Gullible), Liliput parece la comprensión de Lill (Little, pequeño) y Put (Tonto) que vendría a significar algo así como "Pequeños tontos", o Laputa: Puede tener que ver con puto: pensar, o con "una damisela que deja los bolsillos vacíos" si lo entendemos en castellano. Hay así muchos ejemplos.

Otro aspecto que llama la atención es la inclusión por parte del autor de pasajes ciertamente escatológicos, pasajes que hoy en día resultan muy cómicos, pero que en su época resultaron sorprendentes.

Otro de los aspectos notorios del libro es la velada crítica a la política inglesa. Son numerosos los ejemplos dentro de la narración que llevan a pensar en referencias whigs (en contra del poder Real) y tories (que estaban a favor del poder Real). Referencias que hoy en día es dificil rescatar, a no ser que se lea una edición anotada.

Los dos primeros viajes, primero a Liliput y luego a Brobdingnag, nos presentan, tal vez, los pasajes más conocidos del libro: El barco en el que Gulliver viaja naufraga tras una tormenta y el autor despierta en un país en el que todos los habitantes son diminutos y, como consecuencia, Gulliver es un gigante. En el segundo de los viajes se invierten los papeles y Gulliver desembarca en un país donde sus habitantes son gigantes y él es el ser diminuto. Ambos viajes conforman una visión unitaria sobre el ser humano mediante el relativismo de dos puntos de vista distintos: el microscopio y el telescopio. La política de Liliput le resulta a Gulliver bochornosa, dado que está plagada de vileza, ambición e hipocresía (paralela a la política inglesa de Swift), y luego la política de Brobdingnag le parecerá casi utópica comparándola con la política propia de su país. Así, el que juzgaba antes a los Liliputienses se ve ahora juzgado.

Durante el tercero de los viajes, Gulliver visita varios países: Laputa, la ciudad flotante, está gobernada por científicos a los que tilda de locos más preocupados por la astronomía y la música que por los problemas del ámbito mundano. Se hace aquí una crítica voraz a los científicos de la época de Swift. En Balnibarbi, Gulliver visita la Academia de Lagado (se dá un parecido asombroso con la Royal Society de Londres) y critica los modernos experimentos científicos y los extraños avances científicos que allí se dan. En Glubbdubdrib (isla de los hechiceros o magos) Gulliver puede conocer, en una de las salas del gobernador, a todos los personajes de la historia que quisiese, haciendo con ello realiza anotaciones a la filofofía e historia de la época mediante la conversación con Homero o Aristóteles.

Pero es el cuarto de sus viajes el que produjo mayor controversia en la época de Swift. Gulliver llega a un país en el que Houyhnhnms (caballos) son la raza dominante y los Yahoos (humanos degenerados) son meros animales. Durante éste capítulo Swift realiza una incisiva crítica a la especie humana, decantándose por una especie de misantropía bastante evidente. Los Houyhnhnms se dejan dominar por la Razón, mientras que los Yahoos, especie de monos repulsivos y clara alusión a la degeneración humana, se dejan llevar por sus instintos más bajos. Los Houyhnhnms se convierten así en modelos de conducta a seguir por Gulliver.

Un libro cuya hondura es inmensa, y cuyos niveles de lectura también lo son: o como mera novela fantástica o como crítica voraz a la hipocresía y avaricia de la sociedad y política inglesa de la época, o como un estudio inteligente sobre la ética humana mostrando una sociedad utópica.

Si bien es cierto, esta lectura, hoy en día, requiere paciencia para soportar las largas parrafadas de Swift. El libro termina haciéndose largo y un poco aburrido en muchos de sus tramos, pero la verdad es que merece mucho la pena.

Un auténtico clásico imprescindible.