martes, 13 de mayo de 2008

Arkham Asylum; de Grant Morrison y Dave McKean

Los autores de esta novela gráfica son los insignes Grant Morrison y Dave McKean. Aquí, en 1989, aún gateaban, al menos daban sus primeros pasos, sobre todo el guionista inglés Morrison. Después, ya en los noventa, Morrison elevaría Doom Patrol a serie de culto y crearía a los Invisibles, y ya en el siglo XXI se encargaría de dar nueva sangre a los X-Men. Serían otros tiempos mejores. Sin embargo su compatriota, Dave McKean, por aquellos 1989 ya cultivaba ese tipo de ilustración que mezclaba el collage con la pintura al óleo, una particular visión que le ha valido el reconocimiento unánime en el mundo del cómic. De hecho ya había hecho gala de su arte en Orquídea negra y Violent Cases. Luego durante los noventa crearía Cages y trabajaría fielmente junto a Gaiman en la elaboración de las portadas de la serie The Sandman.

He de reconocer que la idea de meter en el manicomio a Batman junto al Joker y a otros villanos me atraía. También me atraía el hecho de que Morrison quisiese usar una iconografía que hiciese guiños a la historia de Alicia en el País de las Maravillas; que tratase el viaje de Batman através de Arkham como una travesía por su región de miedos. Sonaba muy bien eso de que iba a tratar el personaje de Batman desde un punto de vista adulto y complejo.

Nada. Menudo fiasco. Y mira que llevaba tiempo queriendo leerlo.

Batman parece un panoli mustio. Un tipo simplón y estúpido que se deja llevar por los acontecimientos con una parsimonia asombrosa. Y la complejidad del texto pasa por citar a Jung o Aleister Crowley o darle una simbología literaria cogida por los pelos. Pero fondo, fondo: ninguno. A Morrison no le faltan ganas de contar cosas, no digo que no: se vislumbra su espíritu jóven, con mucha fuerza en algunos momentos, pero desgraciadamente con poca o ninguna hondura. Hay momentos en el que la historia parece que va a explotar en una infinidad de brillos, pero al final se queda en un triste espejismo que deja aún peor poso ilusorio.

Las imágenes que pretenden ser perversas se quedan en simple pantomima o pose insustancial. Y toda la pretenciosidad de la historia se queda en simple anécdota o en sinsentido.

Para ejemplos, escenas tales como cuando Joker le toca el culo a Batman y le insinua cierta homosexualidad en su relación con Robin. O cuando Batman suelta una lagrimita cuando le pasan el test de Rorschach. O la escena donde Batman chilla pidiendo auxilio en el suelo como si fuera una niñita histérica. En fin.

Hay momentos que, al menos, resplandecen un poco, como algunas partes que ilustran la génesis de la locura de Amadeus Arkham o la escena donde el diario de Amadeus Arkham se mezcla con los acontecimientos que vive Batman. También Dave McKean hace un gran trabajo como ilustrador, dando un toque gótico y opresivo, manchando y ofreciendo una abstracción que sugiere más que muestra. Lo cual me parece fantástico.

Resumiendo: Pretencioso y vacío.

2 comentarios:

Knut dijo...

A mi me decepcionó una barbaridad en su momento, de hecho creo que fue con este album cuando empecé a ver a Morrison con otros ojos. Porque como dices el contenido es mínimo, no pasa de la anecdota tontorrona y alguna que otra escena molona. Violent Cases es mejor.

Yo estaba enamorado de Morrison especialmente por Animal Man que pese a su horrible dibujo y un inicio poco menos que coñacete va ganando progresivamente hasta alcanzar deliciosas cotas epistémicas (genial ese capítulo en que toma consciencia de que es un personaje de comic y que las vicisitudes de su vida dependen de las ventas, jajaja, especialmente cuando en una única página Animal Man te mira, a ti como espectador y dice: "Te veo" Aún tengo escalofríos.

También la Doom Patrol desquiciante y maravillosa me retuvo a su lado. Pero Kid Eternity o los Invisibles (con ideas estupendas junto con gilipolleces sin cuento) me volvieron a distanciar.

Actualmente es un guionista al que tengo mucho cariño, pero me parece infinitamente inferior a Moore. Algo así como Gaiman: interesante aunque de una irregularidad creciente.

Eso sí, para mi Animal Man sigue siendo una puta maravilla. Aunque se tire a saco por la new age, claro, jejeje.

PD: Y compré AA cuando salio, por un ojo de la cara además.

PD2: ¿Conoces Exmachina? Es que me lo he leido (bajado de internete, sí) y además de encantarme y disfrutar como un enano me he acordado de ti. Tiene una fortísima carga política y en cierta manera va sobre lo mismo que The Authority sólo qud desde otra perspectiva. Imagina que sólo hay un superhéroe en el mundo, un tipo que es capaz de hablar con toda máquina existente, y que abandona la carrera superheróica para ser alcalde de NY. Suena estúpido pero la verdad es que engancha bastante, tocando una y otra vez temas directamente polícos, con algo de ingenuidad pero mucha voluntad. Creo que podría interesante.

Saludos.

Pesanervios dijo...

Mira, Animal man no me la he leído. Y por lo que dices debería azotarme por mi falta para con Morrison.

Si, puestos a comparar a los guionistas ingleses, Moore gana de largo. Moore es de otro planeta, con un mayor análisis, una mayor profundidad (aunque sea tratar el manido tema del superhéroe).

De alguna forma tratar de forma más o menos realista (analizando y juzgando su sentido)el asuntillo del héroe es criticar la postura histórica y cultural americana. El superhombre es un invento americano, invención que sirvió para retroalimentar valores individualistas a generaciones de americanos. Y me hace gracia que sean los propios ingleses los que estén (desde hace ya años) reeducando, remodelando y haciendo tocar el suelo, con tramas más realistas, esa idealización. Tal vez por eso me guste. No sé ni a qué cuento me he marcado esta reflexión, en fín...

A Brian K. Vaughan y su Ex-machina no los he leído, pero sí que tenía muy buenas referencias sobre, precisamente, ese comic. Tendré que "comprármelo" en breve. Jejeje. Por lo pronto seguiré con Marshall Law, que me está encantando. Voy lento con él, porque me resulta cansadísimo acostumbrarme a leer un comic sobre la pantalla del ordenador. Pero merece la pena, es super-bestia, jejeje. Las apariciones de Hitler Hernández y Judas S. Cariote me han dejado del todo flasheado! Muchas gracias por la recomendación!!

Un abrazo!