domingo, 1 de marzo de 2009

El borrón; de Tom Neely

Tom Neely se ha estrenado recientemente en esto del cómic con "El borrón" (2007). Aunque estudiara bellas artes en San Francisco, Tom no olvidaría nunca aquellos grandes momentos que pasó junto a sus amados comics. Actualmente compagina las dos facetas, la de pintor y la de autor de comics.

Es difícil describir el mundo en el que nos sume Tom en "El borrón". Todo queda reducido a lo esencial: Los dibujos nos trasladan a los albores del cómic, miscelánea de un Mickey Mouse de Floyd Gottfredson y un Popeye de Elzar Crisler Segar, pero en un ambiente cargado de una agresividad y tristeza enormes. Y en cuanto al guión, nos presenta una historia surrealista que habla de una lucha: Una lucha a la que todo ser humano debe entregarse: la del bien y el mal, la del blanco y el negro, la de lo divino y lo profano, todo llevado a la simplificación superlativa, la constricción esencial y básica, mientras explora los terrenos entre la individualidad y la comunicación entre las personas. Neely nos sitúa en el abismo mismo entre surrealismo y metalenguaje del comic.

Esa mancha que persigue al personaje principal, motivo de vergüenza y huida, ese núcleo de mal y oscuridad, es sinónimo de todo lo negativo y agresivo: la destrucción de lo humano. Neely se convierte en un dios que juega con su protagonista: Lo ataca con la eterna mancha de tinta, lo embadurna, lo persigue, y su personaje intenta escapar y defenderse.

Los dobles malignos o deshumanizados, simples esbozos, las máscaras, los agujeros, los sombreros... los árboles... son motivos de anclaje, la simbología con la que el autor pretende estremecernos y reflexionar sobre el miedo, el amor, la agresividad o el dolor.

Este comic abre puertas. Personalmente su lectura me ha resultado fascinante. Me ha recordado a aquella onírica historia de "El ruido y la furia" del Bardín de Max. Hacía mucho que no leía un comic tan imaginativo. Habrá que seguir la pista a Tom Neely. Promete.

Más sobre el autor en: I will destroy you

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué interesante! Apunto.

Saludos: Llosef