Paul Hornschenmeier es otro de esos autores fantásticos nacidos en 1977. Su obra cumbre, hasta el momento es éste Madre, vuelve a casa (2004). Pero además de ser una de las esperanzas y grandes futuros valores del comic undeground americano, también tiene un grupo de música llamado Arks que éste mismo año han publicado disco: The international.
Madre, vuelve a casa; de Paul Hornschenmeier es una de las lecturas más desgarradoras y sinceras que he podido experimentar en muchísimo tiempo. Ciertamente se nota la influencia del Maus de Art Spiegelman (sobretodo al abordar la relación padre-hijo). Cuando lo acabé no pude menos que gritar: Joder! esto no puede estar pasando!. Y desde entonces, y ya ha pasado más de una semana, no deja de aparecer la triste huella de éste grandísimo comic. Lo surca un camino denso de simbolismos que ejemplifica muy bien las dificultades encontradas y medios utilizados por un padre y un hijo a la hora enfrentar el duelo, la muerte de esposa y madre respectivamente. La historia está narrada desde el punto de vista del niño, de siete años, lo cual hace que la mirada sea aún más dolorosa y cruel. Y los colores utilizados, unos tonos sepia preciosos, armonizan fielmente con el tono argumental. Pero lo más terrible, lo más dificil de encajar es el final, un final que, al menos a mí me trastornó muchísimo, y que no deja de regresar melancólicamente a mi cabeza desde que lo leyera, además de la bomba que produce una fotografía justo cuando lo hemos terminado de leer, dejando entrever que la historia es autobiográfica, y que él, Paul Hornschenmeier, tal vez fuera aquel niño.
lunes, 10 de diciembre de 2007
Madre, vuelve a casa; de Paul Hornschenmeier
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Sig.XXI
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