sábado, 24 de noviembre de 2007

Eleutheria; de Samuel Beckett

Se comenta que éste irlandés, que fuera secretario y amigo de Joyce, fué apuñalado en 1938 en París por un proxeneta llamado Prudent. Cuando en la audiencia Beckett le preguntó que por qué lo había hecho éste le contestó "No lo sé, señor, lo siento mucho". Tal vez ahí comenzara el teatro de lo absurdo. Escribió la triología "Murphy","Molloy" y "Malone muere", y obras de teatro como "Esperando a Godot" o"Fin de partida".
Beckett nunca quiso que se publicara Eleutheria (escrita en francés en 1947). Así lo dejó dicho. Lo dejó dicho de la misma manera que Kafka dijo que no se publicaran sus obras. Y de la misma forma tampoco se escuchó su ruego. Y menos mal. Fué publicada por vez primera en 1995, seis años después de la muerte de Beckett.

Eleutheria proviene del griego Ελευθερία y significa libertad. Y precisamente sobre ese tema descansan los tres actos de la obra, que a ratos es cómica (de un absurdo graciosísimo) y a ratos desasosegante y opresiva. En líneas generales diré que el protagonista, Victor Krap, abandona a su familia, a su novia y su trabajo, encerrándose en una miserable y pequeña habitación para (según sus palabras) "buscar una imposible libertad". Porque, de algún modo, Beckett nos hace reflexionar que la libertad no existe si estamos rodeados de nuestras personas queridas y tampoco si nos aislamos de ellas. Ésta obra, que no es de las más consideradas, me ha tocado en lo personal, haciendo que broten recuerdos y que volviesen a mí heridas pretéritas. La cárcel, muchas veces, no necesita de barrotes para aprisionarte. Tan sólo normas familiares o convenciones sociales pueden asediarte de la misma forma. Tal vez por eso considero "Eleutheria" una obra increíble y terrible al mismo tiempo. ¿Alguien dijo existencialismo?

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