martes, 13 de noviembre de 2007

Nova; de Samuel R. Delany

El barbudo negro del Harlem no es otro que Samuel R. Delany, famoso autor, muy aclamado, de ciencia ficción. Viendo una fotografía suya lo tildaría de un Marx desaliñado y blusero de naves espaciales. Fué autor, entre otras, de La intersección Einstein, Babel 17, o Galaxias como granos de arena. Las dos primeras fueron galardonadas con el prestigioso premio Nébula.

Diré que Samuel R. Delany es autor de culto dentro del mundillo, pero que no convence a todos. Leyendo "Nova" (1968) he podido comprender el porqué, o al menos un porqué. Delany escribe de puta madre, eso sí: Maravillosas y preciosísimas piezas de un puzzle que, y ahí es donde viene el problema, no sabe bien cómo encajar para que todo muestre una imagen bien definida. Me explico: El autor sabe cómo hacer llegar al lector un poso lírico en la narración que, al menos yo, echo siempre de menos en la mayoría de los libros de ciencia ficción, pero por contra, e inexplicablemente, no consigue rematar del todo la faena, desinflándose la narración de manera asombrosa.

La sensación final es la de haber leído una novela con grandes ideas, terribles esbozos, con un planteamiento cercano a "Moby Dick" de Herman Melville, pero que se queda sólo en eso: En un quiero y no puedo. En esencia, y resumiendo mucho, el libro narra los pormenores del viaje de una nave estelar que va en busca y captura de una Nova (la implosión de una estrella) para extraer de ella el que será un preciado elemento del futuro: el ilirión. Tras éste telón se esconden sombríos motivos que nos remontan al pasado de los protagonistas: Un capitán desfigurado, un músico que toca la siringa (una especie de arpa que produce imágenes y sonido acompasado), un hombre culto en busca de una primera novela, una tarotista...

Muy recomendable su lectura, pero su fallida ejecución le resta muchos puntos. Es una verdadera pena pero podría haber sido una gran novela.

No hay comentarios: